El ejercicio físico es una herramienta fundamental para la salud a lo largo de toda la vida. Sin embargo, no existe una fórmula universal: lo que funciona en la juventud no siempre es lo ideal en la adultez o en la vejez. Adaptar el entrenamiento según la edad es clave para mantener un cuerpo funcional, prevenir lesiones y optimizar los beneficios físicos y mentales del movimiento.
Ejercicio en la juventud (15-30 años)
Objetivos principales
- Desarrollar la fuerza y capacidad cardiovascular
- Mejorar la coordinación y la técnica
- Construir hábitos saludables de por vida
Recomendaciones clave
En esta etapa se alcanza el pico de rendimiento físico. El entrenamiento puede ser más intenso, incluyendo ejercicios de fuerza, pliometría y deportes de alto impacto. No obstante, es fundamental educar sobre la técnica, el descanso y la prevención de lesiones por sobreuso, especialmente en deportistas jóvenes (Faigenbaum & Myer, 2010).
Ejercicio en la adultez media (31-50 años)
Objetivos principales
- Mantener masa muscular y prevenir sarcopenia temprana
- Disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas
- Controlar el estrés y mejorar la calidad del sueño
Recomendaciones clave
Durante esta fase, muchas personas deben equilibrar el ejercicio con una agenda ocupada. Se recomienda una rutina con ejercicios de fuerza 2-3 veces por semana, entrenamiento aeróbico moderado, y movilidad articular. También es vital trabajar la postura y el core para prevenir dolencias comunes como el dolor lumbar (ACSM, 2021).
Ejercicio en la adultez tardía (+50 años)
Objetivos principales
- Preservar la independencia funcional
- Mejorar el equilibrio y la estabilidad
- Estimular la función cognitiva
Recomendaciones clave
Aquí el enfoque debe ser funcional y seguro: ejercicios de bajo impacto, caminatas activas, entrenamiento de fuerza con el propio peso o cargas moderadas, y trabajo específico del equilibrio. El ejercicio regular en mayores reduce el riesgo de caídas, mejora la presión arterial y ayuda a preservar la densidad ósea (Nelson et al., 2007).
Ejercicio en personas mayores o con condiciones específicas
Quienes presentan enfermedades crónicas como diabetes, artrosis o hipertensión pueden y deben ejercitarse, pero bajo supervisión profesional. En estos casos, el trabajo conjunto con fisioterapeutas es ideal para diseñar programas seguros y efectivos, promoviendo autonomía sin riesgos. La evidencia respalda que el ejercicio adaptado mejora tanto síntomas como calidad de vida (Pedersen & Saltin, 2015).
Errores comunes al no adaptar el ejercicio según la edad
Insistir en rutinas no adaptadas puede generar frustración, lesiones o estancamiento. Algunas personas mayores imitan entrenamientos juveniles que no son sostenibles, mientras otros jóvenes no aprovechan su máximo potencial por miedo a la carga. El cuerpo cambia, y nuestras rutinas deben hacerlo también.
Consejos finales para mantener una rutina activa en cualquier edad
- Consulta con un profesional del ejercicio o fisioterapeuta antes de iniciar o cambiar una rutina
- Escucha tu cuerpo: el dolor persistente no debe ignorarse
- Incluye variedad y progresión gradual en tu programa
- Prioriza la constancia sobre la intensidad
Conclusión
Moverse es esencial en cualquier etapa, pero cómo lo haces marca la diferencia. Adaptar el ejercicio a tu edad y condición no solo previene lesiones, también maximiza resultados y bienestar. Sea que tengas 20 o 70 años, el ejercicio bien orientado puede transformar tu salud.
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Referencias
- Faigenbaum, A. D., & Myer, G. D. (2010). Resistance training among young athletes: safety, efficacy and injury prevention effects. British Journal of Sports Medicine, 44(1), 56-63.
- American College of Sports Medicine (ACSM). (2021). ACSM’s Guidelines for Exercise Testing and Prescription.
- Nelson, M. E., et al. (2007). Physical activity and public health in older adults: recommendations. Medicine & Science in Sports & Exercise, 39(8), 1435-1445.
- Pedersen, B. K., & Saltin, B. (2015). Exercise as medicine – evidence for prescribing exercise as therapy in 26 different chronic diseases. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 25(S3), 1–72.